“…un
susurro que, ligado fuertemente a las motivaciones e intereses del individuo,
penetra en su conciencia y le induce a adoptar la conducta sugerida por el
cartel” (Roquet, 2010).
El
atractivo visual y la fuerza emotiva del cartel hacen de él una forma eficaz
para comunicar mensajes a las personas, a un grupo, a una institución, por esta
razón el cartel ha pasado a ocupar, en los medios de comunicación, un
importante lugar. Ha sido empleado en la política, en el comercio, en la
industria, en la educación y la salud (Bravo, 2002); por tal motivo es importante
que se aprovechen todas sus posibilidades y se alcancen los efectos previstos
al planearlo, realizarlo y difundirlo.
El
cartel ha sido definido como un grito en la pared que pretende movernos a
la acción (Bravo, 2002). No obstante,
dejando al margen esta definición de carácter militante o revolucionaria,
podemos decir de él que es la esencia de una idea o un concepto, de un
proyecto, un desarrollo o de todo un razonamiento teórico donde los argumentos
se transforman en frases, éstas en enunciados breves o titulares y estos
últimos en palabras.
Por
ello, hacer un cartel, es un proceso de destilación que consiste en filtrar,
purificar, organizar, analizar y presentar de forma clara, amena, eficaz y
segura una información completa que debe ser asimilada y comprendida
inmediatamente por la persona que la ve(Bravo,2002). Los aspectos visuales
deben estar por encima de los de carácter abstracto (letras o números) las
letras deben ser contundentes con la información que expresan, facilitando la
retención mediante pocas palabras, cortas, de fácil recuerdo, del dominio
absoluto de la audiencia, con una cierta musicalidad, donde pueden estar
presentes juegos de palabras o ambigüedades que buscan la complicidad del
receptor (tipo eslogan publicitario) y de números a base de cifras redondas,
que permitan la representación gráfica. En conclusión, es un material gráfico,
cuya función es lanzar un mensaje al espectador con el propósito de que éste lo
capte, lo recuerde y actúe en forma concordante a lo sugerido (Sánchez, 2008).
ANTECEDENTES DEL CARTEL
El origen del cartel se remonta más allá del siglo XIX (Roquet, 2010). Este medio informativo era conocido como panfletos o bandos de ordenanza, que se colocaban en las paredes de las plazas públicas, para ser vistos por el pueblo y de esta manera ser advertidos de las nuevas obligaciones o impuestos, que dictaba algún rey o gobernante o para anunciar algún espectáculo que podría presenciar el pueblo.
Los
carteles más famosos del pasado son los que creó el ahora reconocido pintor
francés Toulouse Lautrec, quien con éstos inmortalizó lugares de la farándula
como: el cabaret Mirliton, el cabaret Artistique y el Moulin Rouge.
En
1891 dibujó su primer cartel por encargo para anunciar a los bailarines La
Goulue y Valentín le Desosé, con esto inauguró una forma de decoración y de
anuncio. A través de estos carteles inmortalizó a figuras del teatro popular.
Otros carteles se hicieron famosos, no por su belleza, sino porque mostraban a
bandoleros y asesinos, por quienes se ofrecía una recompensa. El término derivó
hasta nuestros días convirtiéndose ahora en el Cártel, refiriéndose con esto a
los narcotraficantes más buscados.
El
cartel también es conocido por su nombre en inglés como Poster y en América del
sur con el nombre de afiche (Roquet, 2010).
Con el paso del tiempo este medio se fue reconociendo como un atractivo
visual de gran fuerza emotiva, capaz de hacer que las personas respondieran a
su mensaje. Así ahora un buen cartel es considerado como una forma eficaz para comunicar
mensajes a las personas, a grupos de individuos, a miembros de una institución,
a pobladores de una ciudad y a ciudadanos de una nación. Por esta razón ha pasado a ocupar en los
medios de comunicación un importante lugar. A tal grado que actualmente se
realizan concursos internacionales para identificar los trabajos de más alta
calidad. Otras formas de reconocimiento y valor que ha alcanzado, es que muchas
personas los coleccionan, y también, algunos
importantes museos del mundo los atesoran.
El
cartel en México
El
cartel apareció en México mediante el
estilo Art Déco (Riquelme,2010)no por los estragos de la Guerra Mundial, sino
por los cambios estructurales en la sociedad debido a la Revolución de 1910. El
Art Déco en México adquirió matices regionales por la gran herencia artesanal
existente, en general hubo dos temas ampliamente tratados, uno de ellos fue el
indígena humillado y en contraparte el guerrero victorioso y triunfante. El diseño del cartel en general debía
tener una funcionalidad, ser estético,
poder reproducirse en masas, en fin, obedecer a una sociedad consumista.
En
México la tipografía tuvo demasiada influencia el Art Déco, se diseñaron muchas
tipografías geométricas, abstractas y sofisticadas como lo podemos observar en
los carteles de la época. Pero como todo
movimiento cayó en declive, y las luchas sociales, los movimientos
estudiantiles, marcaron otra etapa en el diseño de los carteles en los
sesentas, sobre todo en el 68 y 73 se da una movilización social en contra del
estado. Los estudiantes, trabajadores, sindicalistas reproducen sus carteles
por todo tipo de técnicas desde offset, mimeógrafo o serigrafía.
VENTAJAS Y
DESVENTAJAS DEL USO DEL CARTEL
Las ventajas y desventajas del uso del cartel están plasmadas a continuación usando como base el cuadro comparativo realizado por Sánchez Maza en su libro del 2008 Diseño de medios y recursos didácticos
Ventajas:
Comunica rápidamente una idea
Facilita a mostrar los resultados de un
contenido complejo.
Atraen la atención mediante el estímulo
del interés y la curiosidad.
Permite demostrar la creatividad.
Permite recoger y condensar ideas.
Puede utilizarse para organizar las
ideas principales.
Imprimen al mensaje una gran fuerza
visual.
No son costosos.
Son útiles para cualquier edad.
No necesitan equipo para utilizarse.
Permite la lectura en un lugar
específico para un público interesado.
Se puede retornar al lugar de
presentación cuantas veces sea necesaria.
El autor puede distribuir, en cualquier
momento, plegables con información más detallada.
Admite la utilización de varios tipos
de ilustraciones, tales como fotografías, gráficos, dibujos pinturas, etc.
Desventajas
Limitaciones creativas y escaso nivel
de atención, debido a que las personas en promedio lo ven menos de 10 segundos.
Los textos promedio de los exteriores
solo tienen entre 7 y 10 palabras.
Poca selectividad de público dirigido a
todos los segmentos en general y a nadie en particular.
Problemas de disponibilidad.
Puede ser desordenado y poco claro, si
se tienen demasiadas ideas, palabras o dibujos.Se requiere tiempo para
elaborarlos.
CARACTERÍSTICAS DEL
CARTEL
El mensaje en el cartel debe ser integral, es decir, debe percibirse como un todo, donde cada elemento armoniza, creando una unidad visual estética de gran impacto (Roquet, 2010). Un cartel de calidad es aquel que llama la atención espontáneamente, es decir, independientemente de la voluntad del observador. Para entender mejor cómo participan cada uno de los elementos que integran un mensaje en este medio, Roquet separa al cartel en dos grandes aspectos: los físicos y los psicológicos.
Los
elementos físicos son aquellos que constituyen el arreglo o tratamiento
estético y el atractivo visual. Estos
elementos físicos que producen el efecto de atención son su: composición,
tamaño, formato, imagen, texto y color (Roquet, 2010).
La
composición se refiere a la distribución estética de los elementos, tanto las
figuras como los textos que se colocan en todo el espacio utilizado del papel.
La composición se logra mediante el equilibrio y la armonía de la imagen, los
textos y los colores empleados en ambos. Por lo tanto, el mensaje debe estar
compuesto de forma integral, como si fuera una unidad perfectamente equilibrada.
Para la composición de un cartel es necesario realizar bocetos, a
escala(Riquelme,2010), probablemente sean solo trazos que le van dando forma al
cartel, jugando con la composición de imágenes y textos, como en todo diseño,
hay que realizar varios, ver cuál es el más efectivo e ir afinando detalles del
boceto final.
Sin
embargo antes de iniciar con cualquier boceto se deberán tomar en cuenta los
siguientes puntos (Riquelme, 2010):
1.
Tener determinada la esencia del concepto que queremos dar a conocer a la
audiencia
2.
Haber realizado la lluvia de ideas en donde se han elegido las imágenes a
desarrollar
3.
Determinar el tamaño del cartel, para hacerlo a una escala correcta
4.
Tener todos los elementos para iniciar con el cartel, desde lo más esencial
como puede ser el papel hasta las fuentes de inspiración
5.
Determinar toda la información contenida
en el cartel
La
composición consiste en situar los elementos que integran el cartel de forma
armónica y de manera que el espectador centre su atención en aquellos que
representan un mayor grado de significación, de acuerdo con la intención última
que el mensaje quiere comunicar (Bravo, 2002).
Por
otra parte el tamaño del cartel estará determinado por el o los lugares en que
se coloquen y la distancia en la que pasarán las personas que lo observen
(Roquet, 2010). Así, el tamaño será mayor si es expuesto a mayor distancia de
los viandantes. Los tamaños más comunes son los de 70 x 100 centímetros (hoja
completa), de 50 x 70 cm (tamaño media hoja), y el más pequeño, que es de 35 x
50 cm (de un cuarto de hoja). Este tipo de medidas son las más recomendables
pues están en función de las medidas comerciales del papel, con lo cual se
evitará el desperdicio.
Un
aspecto importante a considerar relacionado con el tamaño del papel es su
calidad y el calibre o grosor. Los papeles más usados para el cartel son el
tipo bond de 120 gramos que equivalente a 80 kilos, o el tipo “malinche”, que
es aún de mejor calidad. También se puede utilizar la tradicional cartulina blanca
para los carteles que se realicen en forma artesanal, es decir, no
impresa.
En
cuestión al formato este se refiere a la posición en que se usará el papel, es
decir el vertical o el horizontal (Roquet, 2010). El primero es el más clásico
o más usado, sin embargo, el segundo, que también se le conoce como apaisado
(más ancho que alto), es de gran impacto. La selección de una u otra forma
dependerá en gran medida de las intenciones del mensaje y de la estética o
composición
La
función de la imagen en el cartel es uno de los elementos más importantes y
necesarios a analizar. La imagen debe ser una síntesis que resuma la idea a la
mínima expresión gráfica, sin dejar de ser clara y significativa. Sin embargo,
tampoco son recomendables las simplificaciones exageradas, así como el abuso de
abstracciones, ya que presentan dificultades para su comprensión o
decodificación del mensaje, y por lo tanto, el número de observadores que
perciban el mensaje será menor.
Las
imágenes de los carteles están integradas por formas, que a su vez pueden ser
de tres tipos: geométricas, abstractas o naturales (Roquet, 2010).Las formas
geométricas son tan importantes como las naturales, pues se identifican
fácilmente. Pueden ser simples o compuestas y no exigen gran esfuerzo
perceptivo de quien las observa. Las
formas abstractas aunque no tienen relación aparente con el mundo objetivo que
nos rodea, son imágenes que se usan simbólicamente como un estilo de expresión
personal de quien las ha diseñado. Solo son recomendables cuando se está seguro
de que el público al que se dirige comprenda la intención de estas
imágenes.
Las
imágenes naturales son muy recomendables para públicos con un nivel educativo
básico, pues ellas no demandan de éstos casi ninguna interpretación compleja.
Estas imágenes naturales son representaciones totales o parciales de la figura
humana, de seres vivos (animales o plantas) o cosas (escritorio, pluma, cuadro,
lámpara, etc.).
En
cuanto a su elaboración, las imágenes que se colocan en el cartel pueden ser:
fotográficas o dibujadas (Roquet, 2010).
Las imágenes fotográficas a su vez pueden ser de dos tipos: normal o con
efectos. Cabe señalar que la fotografía
ha sido utilizada muy poco por los diseñadores de carteles, sin embargo, las
nuevas técnicas fotográficas como la fotografía digital, han aportado otras
formas de creación de imágenes de gran originalidad. Se identifica como imagen normal aquella que
ha sido captada en la realidad y no se le ha hecho ningún arreglo o truco en el
laboratorio. Las imágenes con efectos son las que se elaboran en el laboratorio
mediante ciertos trucos como son: la solarización, el alto contraste, las
texturas, la granulación, virado, filtros de colores, etc. El atractivo de
éstas depende del gusto estético y la dedicación del creador.
En
los carteles, las imágenes dibujadas son las preferidas (Roquet, 2010), tanto
por las personas que las realizan, como por el público que las percibe; tal vez
esto se deba a la originalidad de las imágenes o al reconocimiento que hacen
las personas, concediéndole más valor a una imagen elaborada sobre la base del
dibujo, a una simple fotografía que en su elaboración presenta un menor grado
de dificultad. Por otro lado, no hay que olvidar que el origen del cartel fue
sobre la base del dibujo y no de la fotografía.
La tendencia actual del dibujo es hacia la sencillez (minimalista), a
diferencia de los carteles que se hicieron en el siglo XIX, pues se sintetizan
los elementos que lo integran; esto exige del realizador gran imaginación y
creatividad.
Roquet
analiza los tipos más usuales de dibujo aplicados al cartel: realista,
caricaturizado y estilizado. El dibujo realista se caracteriza por su alto
grado de fidelidad, tanto de los objetos como a los sujetos de la realidad. Es
poco recomendable porque requiere mucha inversión de tiempo en su elaboración y
no llama tanto la atención. El dibujo
caricaturizado es más adecuado, pero hay que usarlo con moderación y buen
gusto, sin caer en las exageraciones. Por ejemplo, no hay que usar situaciones
negativas como la ridiculización, los objetos repugnantes y escenas dramáticas
o hirientes. El dibujo estilizado
generalmente busca la simplificación de los detalles. Este tipo de dibujos es
el más usual, pues pretende crear formas nuevas que llamen la atención y el
interés. La estilización no es recomendable si ésta lleva al observador a la
pérdida del significado.
El
texto por su parte tiene una función doble en el cartel, por un lado refuerza
el mensaje implícito en la imagen y por el otro forma parte importante en la
composición (Roquet, 2010). En este elemento del cartel debe cuidarse la
redacción, el tipo de letra, tamaño de la misma y su ubicación.
Redacción: no debe ser muy extensa,
sino más bien como un destello al observador que la visualizará por unos
segundos. Dicho en otras palabras, para que la percepción sea rápida los textos
deben ser cortos, directos y claros; buscando al igual que la imagen, comunicar
el mensaje con el mínimo de elementos, sin utilizar palabras o frases largas.
Para esto Roquet recomienda que se ensaye diversos textos y seleccione aquel
que mejor transmita el mensaje. En
algunos casos un texto interrogativo puede ser el elemento esencial para motivar
a la persona que lo ve, en otros casos puede ser una frase incompleta, un juego
de palabras o una frase con algunos conceptos modificados. Clásicamente el cartel tiene dos elementos de
texto muy importantes que son la entrada y la salida del texto, es decir, una
“cabeza” y un “pie”. La primera es
fundamental para atraer la atención del transeúnte, pues es la frase que
“pesca” a la distancia a la persona, obligándola a acercarse para leer un texto
de menor tamaño que se encuentra por lo regular en la parte media del cartel.
Este encabezado se escribe con letras de gran tamaño y en forma muy breve
(cinco palabras cuando mucho). El pie
tiene como función rematar o complementar la idea que se inició en el
encabezado. Su función es reforzar lo dicho en la parte intermedia. La
tipografía empleada en estos es un poco más pequeña, pero mayor a los textos
intermedios. Aquí también se recomienda no rebasar las cinco palabras.
El tipo de letra es también un elemento
importantísimo, pues a través de ésta podemos transmitir significados emotivos
y sentimientos; combinada con la imagen pueden resultar más impactante en su
mensaje global. Por ejemplo, para ilustrar un tema sobre accidentes por
incendio, podremos utilizar letras que se “incendian”, en cambio, para hablar
de un tema como los sismos, se pueden emplear letras que se “quiebran”.
Los colores son otro aspecto relevante
del cartel (Roquet, 2010). Para éste hay que seguir ciertas normas como es
usar: fondos contrastantes, colores claros, pocos colores, y aplicar los
colores planos sin matices. No olvide que los colores tienen su “psicología”,
por lo tanto, los azules son interpretados como fríos, los diversos tonos de
rojo se interpretan como cálidos y así otros más. Dentro del color del cartel
se recomiendan los contrastes que se producen con la combinación de los colores
complementarios (por ejemplo: violeta y amarillo) o a los armónicos (por
ejemplo: bermellón que sale del rojo y amarillo). La combinación de colores
armónicos se percibe de una manera más relajada, en cambio, la combinación de
colores complementarios se observa más agresiva. Sin embargo, hemos de concluir
diciendo que cualquier combinación es válida si se consigue el efecto deseado.
El color por sí solo es una fuente de información por sus connotaciones y
denotaciones culturales (Riquelme, 2010). Cada color resguarda un significado
en nuestra vida cotidiana, por sí solo habla, esto lo podemos comprobar en las
diversas teorías existentes sobre el color y el efecto causado sobre el
individuo. Muy conocido es que el rojo significa furia, pasión así como el azul
nos transmite tranquilidad. El color
tiene una gran fuerza en el proceso visual, por esta cualidad es empleado para
expresar y reforzar la información visual.
LOS ELEMENTOS PSICOLÓGICOS DEL CARTEL Y SUS ASPECTOS MOTIVACIONALES
Los elementos psicológicos son los que dentro del mensaje estimula al espectador para que se oriente hacia lo que se pretende en dicho mensaje. Su intención es causar el impacto para que perdure el mensaje (Roquet, 2010).
Todo
cartel informativo o formativo trata de persuadir a las personas, apelando
aspectos que están íntimamente imbuidos en cada una de las personas, éstos por
lo general corresponden a una escala de necesidades que enlista Roquet en su
obra: alimentación, nuestros hijos y familiares, salud, sexualidad, riqueza,
bienestar y reconocimiento Algunas de estas necesidades están relacionadas
entre sí.
La
alimentación está relacionada a todos aquellos aspectos vitales o de
supervivencia, por lo tanto, ésta es una de las máximas necesidades motivacionales
de cualquier ser humano. El amor a los hijos y parientes es fundamental para
casi la totalidad de las personas. La salud es un aspecto que muchas personas
no son conscientes de su importancia hasta que la han perdido. Es en el
momento, cuando se presenta la enfermedad, que adquiere su máxima importancia.
La sexualidad, opinan los psicólogos, ocupa un alto porcentaje el sentido de la
vida de muchos seres humanos. La riqueza es un valor motivacional, que si bien
no es prioritario para la generalidad de las personas, muchas la colocan entre
las más importantes. El bienestar es un valor de la motivación que está
relacionado con la salud y que está referido a la calidad de vida de las
personas. El reconocimiento es tal vez uno de los elementos que es colocado por
debajo de los anteriores, pero en muchas personas lo colocan por encima. Esta
referido a la aceptación social que tiene la persona.
LOS TIPOS DE CARTEL
Los carteles de acuerdo a su uso podrían clasificarse en: promocionales, decorativos, políticos, educativos, etcétera; sin embargo, Roquet engloba al cartel en dos tipos más que usos: informativos y formativos.
El
cartel informativo lo definimos como aquel que presenta un mensaje donde se da
a conocer algo para que la gente acuda, adquiera o participe, en lo que se le
indica, por ejemplo: un evento, alguna reunión social, espectáculos,
conferencias, cursos, etc.
Este
tipo de cartel por lo general se elabora con algún diseño de imagen muy
sencilla y un texto explicativo. Para su elaboración se recomienda el uso de
letras grandes sobre un fondo de color contrastante. Los textos deberán incluir
información mínima necesaria. La imagen puede estar integrada por sujetos,
objetos o formas.
El
cartel formativo se define como aquel que es capaz de producir conocimiento,
cambio de actitudes y valores; dicho en otras palabras es el que produce alguna
educación. Es muy utilizado para propiciar el desarrollo de hábitos como:
limpieza, seguridad, orden, higiene, salud, etc. También se usa para fomentar
actitudes de confianza, actividad, esfuerzo, conciencia, etc. O para rechazar
situaciones de: agresividad, discriminación, sincretismo, malos hábitos,
desconfianza, delincuencia, adicciones, etc.
En
el cartel formativo la imagen desempeña el papel más importante, pues prevalece
sobre el texto; el mensaje es expresado gráficamente en forma clara y sólo se
apoya en un corto texto, que enfatiza la idea sugerida.El cartel formativo
usado adecuadamente en la promoción de la salud, puede convertirse en un
magnífico recurso para evitar: enfermedades, accidentes y promover hábitos
higiénicos.
Aspectos
didácticos del cartel.El cartel dentro del aula.
Como
material didáctico su uso es frecuente en todas las actividades escolares y en
especial dentro del aula (Bravo, 2002) para:
Dar información, despertar interés,
motivar o estimular.
Complementar, advertir o recordar
Ambientar
Estimular la imaginación creadora
El uso de carteles en la enseñanza
ofrece oportunidad a los alumnos de hacer sus propios carteles y dar
explicación a lo aprendido.
La
elaboración de carteles, en el proceso de la enseñanza - aprendizaje, persigue
búsquedas concretas; de manera que algunos teóricos ofrecen las siguientes
líneas para dar cuenta de ello; la construcción de carteles (Sánchez, 2008):
1. Permite el uso de material diverso y, por
ende, desarrolla la creatividad de los alumnos.
2. Estimula la participación del alumno en
un grupo organizado.
3. Desarrolla habilidades y destrezas
manuales.
4. Amplía la capacidad de observación del
alumno
5. Sirve como vehículo de información general
o especifica.
6. Desarrolla el sentido de responsabilidad
con su grupo de estudios.
7. Estimula la formación de la lectura.
8. Puede establecer comunicación entre la escuela y la comunidad.
9. Exhibe los trabajos realizados por los
alumnos.
10. Motiva, complementa y enriquece el proceso
enseñanza aprendizaje.
11. Desarrolla el espíritu de observación,
experimentación e investigación del estudiante.
12. Fomenta la colaboración entre los diferentes
estamentos de la comunidad escolar.
13. Informa de una manera atractiva e
interesante.
14. Complementa el uso del pizarrón.
Cuando
asigna la elaboración de un cartel (Bravo,2002), todo educador deberá
determinar cuál es el objetivo que persigue con dicha estrategia; por tal
motivo, también debe tener en cuenta lo siguiente, en cuanto a lo que desea
obtener con su uso:
1. Motivar, complementar y enriquecer el
proceso enseñanza aprendizaje.
2. Desarrollar el espíritu de observación, experimentación
e investigación del estudiante.
3. Desarrollar el gusto estético.
4. Decorar e informar.
5. Exponer láminas y fotografías de interés
general.
Método
de elaboración y recomendaciones de uso
Para
su elaboración partiremos de una superficie del tamaño del cartel que queremos
confeccionar y de un color que de adapte al resto de los elementos que sobre él
vamos a situar. Sobre esta superficie sólo haremos marcas para ayudarnos en la
composición y, en ningún caso, escribiremos o dibujaremos directamente (Bravo,
2002). Su misión es servir de soporte al resto de los elementos de la
composición.
Todos
los elementos descritos anteriormente se irán colocando, primero en forma
provisional, y después con algún tipo de adhesivo hasta completar la
composición. El pegado será lo último, una vez visto el efecto que causa tanto
desde el punto de vista estético como comunicativo.
El
cartel artesanal puede ser elaborado por cualquier profesional o persona que
tiene necesidad de este tipo de medio informativo y que no cuenta con los
recursos económicos para la producción impresa o el número de personas a las que
tiene que informar con el cartel no amerita la impresión (Roquet,2010).
1°
Identifique las necesidades de la población: educativas, de conocimiento, de
organización, de salud, etc.
2°
Describa las características de su población objeto: edades, género, nivel
educativo, nivel económico, costumbres, valores y creencias.
3°
Determine el tamaño (plana completa, media plana o un cuarto de plana) y el
formato del cartel (vertical u horizontal).
4°
Delimite el tema.
5°
Realice múltiples bocetos con las ideas a transmitir. Para esto se emplea
simplemente hojas tamaño carta, un lápiz, colores y goma. Se trazan tantos
dibujos como sea posible hasta quedar conforme con aquellos que mejor reflejan
la idea o concepto a transmitir.
6°
Seleccione la idea de más impacto que haya bocetado para la población
objeto.
7°
Produzca el cartel tomando en cuenta las recomendaciones en cuanto a:
tipografía, tamaño de letra, color, composición, imágenes, etc. Para este tipo
de cartel se pueden emplear los siguientes materiales: papel Bond en pliego
completo, colores de diversos tipos (crayolas, acuarelas, gises y lápices),
reglas, recortes de revistas, etc.
8°
Si le es posible, realice una evaluación técnica de la calidad del diseño
(tipografía, redacción, idea, textos, composición, etc.) y una evaluación de
aceptación o impacto entre las posibles personas a quien está dirigido el
mensaje.
9°
Finalmente coloque el cartel en el o los sitios más convenientes para su
difusión.
Referido
a las áreas se recomienda colocar los carteles en aquellas de mayor tránsito de
personas y donde el cartel tenga la posibilidad de que sea visto por la mayor
cantidad posible de transeúntes.
Relacionado
con este punto está la distancia y el tamaño en que ha de colocarse para su
mejor visualización; a mayor distancia, mayor tamaño. La colocación de cada cartel deberá hacerse a
la altura de la cara de las personas, pues esto facilita la lectura. Si un
cartel es colocado por encima del horizonte visual, la gente tendrá que
levantar la vista para poder leerlo, en cambio, si se coloca por debajo,
entonces tendrá que agacharse.
Una
última recomendación es la vigencia, que por cierto casi nadie toma en cuenta,
ésta consiste en que después de cierto tiempo se retire el cartel de su sitio,
una vez que haya cumplido con su propósito, de lo contrario contribuirá a
degradar a este recurso como un valioso medio de difusión.
CONCLUSIÓN
Educar no es reducible a informar y, si bien, incluye elementos persuasivos, no es tampoco reducible a ello. En educación, la participación activa es indispensable y esta se logra mediante el uso de los recursos didácticos siendo el que atañe este reporte el cartel. No es solo información. El diseño para persuasión persigue la modificación de conducta del receptor, pero si bien el diseño educativo del cartel también persigue modificaciones de conducta, las mismas son de carácter diferente, en el cual el individuo es motivado a pensar, juzgar y desarrollarse, y no a adoptar decisiones preconcebidas. En síntesis, el objetivo del mensaje persuasivo es el de dirigir, mientras que el educativo es el de contribuir al desarrollo. Este concepto de considerar al receptor como un personaje activo en el proceso de la comunicación, pone en una nueva perspectiva al término receptor, popularizado por la vieja teoría de la comunicación, la cual connotaba cierto grado de pasividad en la definición del mismo término.
Las
nuevas imágenes y formas que asaltan a las personas en la calle, hacen que se
produzcan en ellas modificaciones en el carácter y en las modalidades, un
cartel debe ser diferente a otro y debe competir con el resto, más aún un
cartel debe de ser diferente de por si del resto, así sea creado por el mismo
diseñador, cada cartel tiene que tener vida propia y su personalidad. De ser
todos los carteles iguales, las imágenes cansarían al ojo o se mimetizarían, o
se harían un todo, tal cual como si fuese un mural de mosaicos o baldosas y la
gente no se detendría a leer ni ver que es lo que se quiere informar, esto pasa
de hecho con tanto cartel de mal gusto.
Un
cartel diferente refresca la vista, cambia imágenes, rompe con la monotonía, embellece
la ciudad, invita a las personas a ver y memorizar, un buen cartel hace que las
personas se solidaricen con el mensaje expresado, un buen cartel es como un
grito en una noche silente, muchos carteles de calidad en un muro con su
versatilidad de estilos y cada uno con un mensaje exacto, hacen que el muro se
convierta en un libro de nuevas dimensiones.
BIBLIOGRAFÍA
•
BRAVO Ramos, Juan Luis. Los medios de enseñanza. Madrid, España. Universidad
Politécnica de Madrid.2002.
•
RIQUELME, Ingrid.Diseño del cartel. Bloque compilatorio para la Licenciatura de
Diseño Gráfico.México.Universidad de Londres.2010
•
ROQUET García, Guillermo. El cartel en la educación. Artículo consultado el 26
de febrero del 2013 en: http://www.tuobra.unam.mx/publicadas/050121013246.pdf.
•
SÁNCHEZ Maza, Miguel Ángel. Diseño de medios y recursos didácticos. México,
D.F.Editorial Limusa Noriega Editores.2010.
Alanis
Tamez Paola Florencia
Centeno
Soberanes Susana
Ortega
Méndez Jonathan Alejandro